¡Cuánta calidez presiento en tu
mirada!... y cuánto anhela mi ser
pernoctar entre tus brazos en una noche llena de besos… de caricias… sin
palabras y con el deseo puesto en la piel… mi vida y la tuya nacieron para
amarse… para sentirse… para dejar recorrer los espacios más ocultos del anhelo
entre tu cuerpo y el mío… cálido… en ese otoño pleno de las fantasías en donde
en los sueños dices…¡eres toda mía!... profundo y sosegado… con esa experiencia
que da el paso de los años… con ese quietud del saber recorrer con audacia cada
poro de la piel…. de Norte a Sur… viajando por la geografía de la piel….
¡Cuánto sensación entre beso y silencio!... solo los chasquidos de los besos
rompen el silencio de la noche y tu… ¡tú te envuelves con la magia de mi sentir…
de mi amor… de los besos fugaces que se pierden en el espacio del tiempo…
mágica fuente de luz que me embelesa y me obnubila los sentidos… cual crisálida
de amor… cual nívea ala de mariposa recorro los senderos pernoctando dulcemente
entre la comisura de tus labios en ese beso suave… callado… beso que encierra
en un suspiro un dulce y melancólico…. Te extraño… y te quiero… y así nos
encuentra la luz del nuevo día enredados entre las sábanas cálidas con mi
rostro pegado a tu pecho escuchando el rítmico sonar de tu corazón… cierro los
ojos y la sonrisa asoma a mis labios… y entonces me doy cuenta que soñar
contigo me hace ser feliz…